Iconografía bizantina
En Historia del Arte estamos estudiando el arte bizantino
y os pongo un estudio iconográfico de los iconos, profundizando un poco
más en el significado de estos
Icono viene de la palabra griega eikon que
significa “Imagen”. En el arte bizantino, el icono es mucho más que
una pintura, es una creación hecha con un significado profundo.
Los iconos normalmente son pintados por monjes y se
cree que estos han sido divinamente inspirados.
Todos los iconos en el arte bizantino siguen una
iconografía.
¿Qué es la iconografía?
La Iconografía es la descripción del tema o
asunto representado en las imágenes artísticas, así como su
simbología y los atributos que identifican a los
personajes representados.
Vamos a analizar los temas más comunes en los iconos
bizantinos:
Existe un número limitado de temas y los primeros
iconos muestran sólo a Cristo, la Virgen María y a los principales apóstoles.
Con el tiempo, existió más variedad y se empezó a incluir las doce grandes
fiestas del calendario cristiano.
· Las
cuatro celebraciones de la Madre de Dios: La Natividad de la Virgen
María, La presentación de la Virgen María en el templo, la Anunciación y el
Ascenso de la Madre de Dios.
· Las
seis celebraciones de Cristo: La Natividad, la presentación de Jesús en el
Templo, El Bautismo de Jesús, La manifestación de Dios, La entrada en Jerusalén
y la Ascensión.
· Las
dos últimas: Pentecostés y la exaltación de la Cruz.
Las vidas de los Santos también aparecieron en los iconos y
muy ocasionalmente las escenas del Viejo y Nuevo testamento.
Nos vamos a detener un poco más en la representación de la
Virgen María
La Virgen fue la figura más representada por los
iconógrafos desde el siglo V al XVII. Sobre todo a raíz del Concilio de Éfeso,
del 431. Suele aparecer hierática y majestuosa, con la cabeza cubierta de un
velo o manto, llamado maphorion. Generalmente la Virgen aparece con el
Niño, con rasgos de adulto.
Theotokos (en griego: Θεοτόκος; en latín: Deipara o Dei
genetrix) es una palabra griega que significa Madre de Dios (literalmente, 'la
que dio a luz a Dios'). Su equivalente en español, vía latín, es Deípara. Es el
título que la Iglesia cristiana temprana le dio a María en el Concilio de Éfeso
de 431 en referencia a su maternidad divina.
Theotókos es también un tipo iconográfico de la Virgen
en el arte bizantino, en el que aparece sentada en un trono con el Niño Jesús
en su regazo, mirando ambos al frente. En este modelo iconográfico se basa otro
característico del arte románico: la Maiestas Mariae (majestad de
María o suprema alteza –en los cielos).
La Theotokos presenta asimismo en el manto el
adorno de tres estrellas, una en cada hombro y otra en el centro de su frente,
para enfatizar su virginidad perpetua (y probablemente emblema de la Santísima
Trinidad), indicando que María se mantuvo antes, durante y después del parto
virgen.
Eleusa, en griego, Ἐλεούσα, "ternura" es un
tipo de icono donde se muestra la estrecha relación que existe entre Jesús y la
virgen María y el fuerte vínculo que los une como madre e hijo. La función de
esta composición es mostrar a los fieles que María se presenta también como
Madre de todos los cristianos.
Los colores:
estos tienen un significado profundamente teológico.
El Dorado
Símbolo de la dorada luz del sol que provenía de la
Divinidad, pues en la naturaleza no es posible encontrar este color. En
los iconos todos los fondos están cubiertos de este color, el que se logra
aplicando hojas de pan de oro
En la iconografía bizantina representa la luz de Dios, por
lo tanto cualquier figura representada en ellos está llena de la
luz Divina.
EL Blanco
El blanco no es propiamente un color, sino la suma de todos
ellos. Es la luz misma. Es el color de la "Vida Nueva". En el icono
de la Resurrección, la túnica de Cristo es blanca.
El Negro
Contrapuesto al blanco, pues es la ausencia total de luz, la
carencia total de color. El negro representa la nada, el caos, la muerte, pues
sin luz la vida deja de existir.
El rojo
Este color ha sido ampliamente utilizado por los iconógrafos
en los mantos y túnicas de Cristo y los mártires. Simboliza la sangre del
sacrificio, así como también al amor, pues el amor es la causa principal del
sacrificio. Al contrario del blanco que simboliza lo intangible, el rojo
es un color netamente humano; representando por lo tanto, la plenitud de
la vida terrenal.
El Púrpura
Este colorante, extraído de un crustáceo del mar Rojo, era
utilizado para teñir las finas sedas. A partir del "Código
Justinianeo" su uso quedó reservado exclusivamente para el emperador, sus
familiares más cercanos, los "augustos" y para algunos otros
reyes.
Por lo tanto en los iconos este color se hace
representativo del poder imperial. Es utilizado únicamente en los mantos y
túnicas del Pantocrátor, y de la Virgen o Teothokos. Representando que Cristo y
por extensión su Madre, detentan el poder divino. Como Cristo es
también el Sumo Sacerdote de la Iglesia, simboliza el Sacerdocio.
El Azul
Todas las antiguas culturas hicieron del azul un color
relacionado con la divinidad
En Bizancio fue establecido como el color propio de
Dios y de las personas a las cuales les transmite su santidad.
Michel Quenot, en su obra "El Icono" dice: El
azul ofrece una transparencia que se verifica en el vacío del agua, del aire o
del cristal. La mirada penetra ahí hasta el infinito y llega a Dios.
El Verde
Es el color resultante de la combinación del azul y el
amarillo. El verde es el color de la naturaleza, el color de la vida sobre la
tierra, del renacimiento a la llegada de la primavera.
La iconografía le otorga un significado de renovación
espiritual. En los iconos vemos multitud de ejemplos en donde es utilizado: las
túnicas y mantos de los profetas, la túnica de San Juan Bautista o El
Precursor, etc. pues fueron ellos quienes anunciaron la venida de Cristo.
El Marrón
Este color es también producto de la mezcla de varios otros,
como el rojo, el azul, el blanco y el negro. Es el color de la tierra.
Y por lo tanto la iconografía pinta de color marrón
los rostros de las imágenes que aparecen en los iconos, para recordar aquello
de polvo eres y en polvo te convertirás.
Significa también "humildad", pues esta palabra
proviene del vocablo latino "humus" que significa
"tierra". Es por ese motivo que los hábitos de los monjes son
de ese color.
Oro, blanco, negro, rojo, púrpura, azul, verde y marrón son
los únicos colores que pueden ser utilizados en la pintura de los iconos, el
uso de otras combinaciones de colores queda fuera de toda regla iconográfica
pues no contienes ninguna simbología.
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