LOS REYES MAGOS y JUAN DE HILDESHEIM
La historia de Los Reyes
Magos fue redactada por un monje carmelita, muy culto, que había viajado
por Europa y que entre 1342 y 1352, en los años del pontificado de
Clemente VI, estaba en Avignon y también impartió clases de Sagrada
Escritura en la Facultad Teológica de París.
Este monje se llamaba
JUAN DE HILDESHEIM y durante los últimos años de su vida se ocupó de
juntar todos los documentos, leyendas e historias sobre Los Reyes Magos
que había ido recopilando anteriormente y dio vida a una narración
excepcional.
El Libro de Los Reyes Magos de Juan de Hildesheim es
una lectura fascinante y es un hecho que se podría ilustrar con una gran
cantidad de imágenes…pero eso sí, nos permite, con cualquiera de las
imágenes que escojamos, ver a los Reyes Magos con ”nuevos ojos” y menos
“presupuestos”.
El Libro de Los Reyes Magos tiene treinta y cuatro
capítulos y hace una preciosa descripción desde el origen de estos
Reyes que aparecen como centinelas de la montaña de Vaus (en Oriente),
donde debían vigilar la aparición de una estrella (la estrella de Jacob)
que les guiaría hacia el Salvador hasta el último momento en que los
cuerpos y las reliquias de estos maravillosos personajes son trasladados
a la iglesia de San Pedro en Colonia.
De
todos los episodios de este relato hay dos en particular (capítulos XVI
y XVII) que todo el mundo cristiano conoce y de alguna forma venera.
Son los que se refieren a la alegoría de los dones de los Tres Reyes
Magos (XVI) y a su llegada a Belén para presentar sus dones a Cristo
(XVI).
En el capítulo XVI dice Fulgencio…EL INCIENSO hace
referencia al sacrificio, EL ORO al tributo y LA MIRRA a la sepultura de
los muertos: y la fe jamás dejará de presentar esta triple ofrenda,
mientras crea que el uno y mismo Cristo es el verdadero Dios, el
verdadero Rey y el verdadero Hombre.
En
el capítulo XVII cuando cuenta Juan de Hildesheim cómo llegaron los
Tres Reyes a Belén y presentaron sus dones a Jesús hace una deliciosa
descripción de un niño regordete de unos trece días y de María que era
de buena complexión y un poco morena de cabellos y piel, que sujetaba
delicadamente la cabeza del Niño con la mano derecha.
Los Reyes besaron la tierra y ofrecieron sus dones con devoción.
Melchor
era el más bajo de estatura, Baltasar el mediano, Gaspar el más alto,
un negro de Etiopía, y sobre esto no hay dudas. De ahí el pasaje de
David : “ante Él se postraron los etíopes”.
En cuanto al color de
la piel en la representación de los Reyes Magos, la explicación reside
en el simbolismo que en cada época se ha concedido a los 3 magos de
Oriente. Hasta casi el siglo XV se representaban "las 3 edades del
hombre" para, más adelante, modificar ese significado por el de "los 3
principales continentes".
Una de
las representaciones más cercanas a la realidad es la de Velázquez. Se
podría considerar como un auténtico retrato de familia.
A
pesar de la complejidad del tema, Velázquez nos muestra en esta obra un
acontecimiento alegre que lo está esperando el pueblo. Ni siquiera los
personajes de los Reyes se muestran con lujo.
Un cuadro excelente, de una sencillez admirable
LA VUELTA DE LOS REYES MAGOS A SU TIERRA.
En el capítulo XX del libro de:
LOS
REYES MAGOS y JUAN DE HILDESHEIM se habla de cómo los magos emplearon
dos años en volver a su patria mientras Herodes los perseguía, y de cómo
Herodes hundió las naves en Tarso, y de por qué se llaman magos…
La historia de los Reyes Magos no termina cuando encuentran al Niño Jesús y completan el deber de la adoración y la ofrenda.
Sueño de los Reyes Magos en San Abundio (Como-Italia)
Sueño de los Reyes Magos del Baptisterio de Florencia
Cuando
los Reyes Magos acabaron su misión fueron presa del hambre, de la sed y
del sueño, como cualquier otro mortal y tuvieron que quedarse un tiempo
en Belén para poder descansar y reponerse.
Cuenta Juan de
Hildesheim que tuvieron que explicar a todos los habitantes de aquellas
tierras por qué habían ido hasta ese lugar y porqué huían de Herodes.
Eso produjo gran confusión entre los hebreos y sin embargo aumentó la fe
de los gentiles.
En sueños un ángel les advirtió que no volvieran al reino de Herodes y que siguieran su camino hacia sus tierras.
Y
volvieron a sus tierras todos juntos, pero ya sin la guía de la
estrella, lo que les obligaba a descansar en las posadas del camino como
cualquier otro mortal.
Pasaron por las mismas tierras que había
atravesado Holofernes, pero a diferencia del terror que sembraba
Holofernes , Los Magos por donde iban eran ayudados y obsequiados con
alimentos y atenciones, lo que les facilitó la vuelta.
Volvieron
al monte Vaus (dos años más tarde), hicieron construir allí una capilla
en honor de Jesús y cuando dejaron todo arreglado se fueron cada unos a
su tierra pero sus corazones siguieron unidos.
Cuando ya se
aproximaba su muerte volvieron a juntarse en la ciudad de Seuva y allí
se les apareció una estrella que les anunciaba el fin de sus días y
ellos de forma tranquila celebraron solemnemente el oficio divino y se
fueron durmiendo dulcemente sin dolor…primero Melchor…pocos días después
Baltasar…y al sexto día Gaspar.
Y la estrella que había aparecido antes de su muerte permaneció inmóvil hasta que sus cuerpos fueron trasladados a otro lugar.
En la catedral de Colonia hay una arqueta donde se guardan los restos de los tres Magos
Y muchos son los que la visitan y veneran con devoción
Arqueta de los Reyes Magos (iglesia de San Pedro en Colonia)
No podía faltar tu entrada de todos los años sobre los Reyes Magos. Como siempre, estupenda.
ResponderEliminarGracias amiga.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me ha gustado mucho el relato.
ResponderEliminarHe llegado hasta aquí porque vi el pasado día 6 el programa Millennium de La 2. Os dejo el enlace. **"http://www.rtve.es/drmn/embed/video/2943414"**
Aunque un poco tarde (nunca es tarde, dicen) me he pasado por tu blog y he disfrutado de esta estupenda entrada de Reyes.
ResponderEliminarAprovecho para desearte a ti y a los tuyos un Feliz Año en el que no falte la salud y el amor.